Cuando niño, aprendemos en algún momento a escribir mensajes “invisibles”, usando para esto como tinta jugo de limón. Es un juego, sí, pero el esconder información de personas que no deben verla es algo que es de adultos y que se ha hecho toda la vida. Baste decir que en la Segunda Guerra Mundial los alemanes habían creado una máquina llamada Enigma, la cual encriptaba los mensajes de manera tal que se decía, era imposible que pudiesen ser decodificador por el enemigo los Aliados en este caso. Sin embargo, el genio de Alan Turing trabajó en Benchtley Park, en Inglaterra, sobre este tema y gracias a él y a un grupo de científicos polacos, lograron desencriptar la información alemana y se dice, esto logró que el tiempo de la guerra se redujese.
vía Esteganografía: para cifrar mensajes en imágenes | unocero.com.